miércoles, 30 de octubre de 2013

Me hicieron unas preguntas para Horas robadas a la noche, el escritor y su oficio. Acá. 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Se hace real*

Cuando pienso en mis vidas posibles, una es la de crecer en la playa, ser de piel salada y tener un perro amigo con el pelo hecho rastas. El agua da sensación de bienestar y los que pasan sus días cerca del mar suelen saber encontrar la calma, aunque alrededor suceda algo grave y territorial que inunda todo con violencia.
De Israel tengo una foto mental adolescente, con kibutz, campos de naranjas y playas. Este pequeño país nuevo y viejo, fanático y a la vez soñado, está bendecido con tres mares: el Mediterráneo, el Muerto y el Rojo. Sin embargo es, por su trágica historia, un lugar sin mística previa. No es cool que la gente se mate en una franja y aunque quede lejos y sea raro, no resulta exótico lo indigno y lo resbaladizo.
Creo que los destinos son como paredes empapeladas. Si levantás la capa decadente que lo cubre todo aparece lo que hay abajo. Primera vista de asesinatos, muertes absurdas, prejuicios, injusticias y te va a costar rascar todo eso con las uñas. Quizás hasta te sangren los dedos.
Un pibe dijo que vio a una chica en bikini con una escopeta cruzada en la espalda siendo hermosa y peligrosa en un parador, otros aseguraron hace poco que cayó un objeto volador no identificado cerca del mar y en los diarios publicaron que sobre las blancas arenas de las playas de Tel Aviv se encontraron tres pequeños barriles bomba con entre 15 y 20 kilos de explosivos cada uno. Es todo igual de inverosímil, pero salvo lo de los extraterrestres, el resto es verdad. Lo peor te rodea todo el tiempo.  
Yo levanto el tapizado de guerra porque abajo está el sol de Israel, una tierra dulce y prometida de miel hecha de gente y no de gobiernos. Además busco debajo porque sé decir mariposas en hebreo, parparim (פרפרים), y siempre pensé que esa palabra simula un parpadeo de alas. Es una vida posible, yo en Tel Aviv, la ciudad playera con misiles teledirigidos como barriletes en el horizonte mientras abajo hay personas reales. Podría haber crecido allá, en lo incierto, sobre un suelo que se hace cielo porque ahí cerca está el mar. 

*Esta nota fue publicada en la revista Brando. Agosto 2012. Es un texto inspirado en una selección de fotos de las playas de Tel Aviv. 

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No tengo Link porque no está online y tampoco tengo PDF o JPG, porque me colgué en conseguirlo. Pero por ahí anda la versión publicada, en bares coquetos y peluquerías fashions. 

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